DESCALABRO SIN PRECEDENTES DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
España, igual que lideró el número de víctimas y de contagios en proporción a su población, lidera ahora el hundimiento económico.
Descalabro sin precedentes de un desplome tan brutal de la economía Española.
La caída del 18,5% del PIB durante el segundo trimestre del año confirma los peores entre los peores augurios. Interanualmente hemos perdido casi un cuarto de la riqueza nacional, un 22%. Las cifras macroeconómicas son siempre frías. Suenan lejanas, aburridas. Pero esos números se van a traducir en un tornado de desempleo, inversiones paralizadas, locales cerrados, conflictos sociales y desesperanza.
Aunque es cierto que la pandemia se ceba con todos los países, algo debemos de haber hecho aquí particularmente mal, pues la caída española es nueve puntos superior que la de Alemania y EE.UU., seis puntos peor que la de la maltrecha Italia y cinco peor que la de la vecina Francia, que tampoco es ningún dechado de virtudes.
Sin duda nuestro batacazo se ha agravado porque somos un país muy dependiente del turismo y los servicios de hostelería, sectores arrasados por el Covid-19. Pero también pagamos la incompetencia del Gobierno, que tomó medidas preventivas contra la epidemia demasiado tarde y que después estableció lo que Sánchez presentaba orgulloso como «las medidas más drásticas del mundo», un exceso que ha agudizado el mayor destrozo económico de toda la UE.
El confinamiento severo que vendía Sánchez como una medida audaz no era más que la reacción desesperada al descontrol del virus por el fracaso de quienes debían atender las alertas y por la demora de semanas con tal de cumplir con el calendario ideológico que incluía la celebración del 8-M.
Si Europa nos ayuda como a nadie, es porque estamos peor que nadie. Por eso resultan obscenos los gestos de autocomplacencia a los que anda entregado Sánchez mientras los ciudadanos contemplan aterrados el futuro inmediato.
El batacazo es tan profundo que ni siquiera los fondos europeos aseguran una recuperación cierta. Ahora se trata de evitar que la crisis sea más honda y duradera de lo que va a ser. Urge trabajar en unas cuentas realistas, trazar un plan de inversiones productivas y renunciar de una vez a rémoras ideológicas intervencionistas y a socios radicales.
España es el país de la UE donde más ha caído el PIB y el segundo en tasa de letalidad por coronavirus de toda la Unión. Estos son los hechos. Lo demás es ideología, propaganda, excusas y egolatría. Esta gente no sirve. Y en una situación crítica advertirlo supone un servicio público.
Samuel Gutiérrez Manzanares @samuelgutierrez87