Libertad real

El espíritu tribal que aún pervive

No puedo olvidar la experiencia que hace un año viví en Estados Unidos y precisamente por la idiosincrasia que en España se vive, ese recuerdo se torna más vivo ante determinadas circunstancias. Hablo de la libertad y esta no como una mera ausencia de coacción externa.

En mi anterior artículo hablé de la necesidad de asimilación cultural de ciertos principios, en primer lugar, el de la libertad de conciencia y seguidamente de religión.

Quizás el lector podrá decir ¿acaso no están ambas libertades protegidas y garantizadas? Si bien la respuesta debe ser afirmativa, la praxis está llena de aristas.

Aristas que van desde ver (en nuestro fuero interno o expresado abiertamente) al que no se somete a la verdad oficial o social como un enemigo, un hereje que hoy podrá hablar, pero sufrirá hermetismo, incomprensión, rechazo y será fustigado con el látigo de la indiferencia.

Los herejes podrán cambiar según la época, pero la reacción será la misma.

Por esas y otras tantas amargas aristas la libertad de aquí no es la que hay allende del Atlántico.

Borja Ruiz Garcia @b.ruiz.garcia

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