¿Cómo afrontar la vuelta al cole en plena pandemia por Covid-19?

 

¿CÓMO AFRONTAMOS ESTE AÑO LA VUELTA AL COLE?

Este año la vuelta de los niños y adolescentes a los centros educativos conlleva un nivel de incertidumbre y miedos sin precedentes.

A las dificultades que ya se presentaban a las familias en años anteriores, ahora se añade otra: Cómo convivir con la amenaza del Covid19 durante este próximo curso escolar.

Los primeros días de escuela son un periodo de adaptación para todos: Madres, padres, educadores, maestros, profesores, abuelos y toda la comunidad educativa han de han de readaptarse a los nuevos horarios y organización.

Incluso en años anteriores a la crisis del Covid19, el periodo de adaptación escolar podía suponer que los más pequeños experimentasen una serie de reacciones psicológicas que se consideran normales.

Los niños de preescolar y primaria aún no disponen de la capacidad cognitiva para expresar adecuadamente sus emociones y estados internos, con lo que puede ser habitual que expresen el malestar emocional, la ansiedad y los miedos a través de síntomas físicos.

Lo que en los adultos serían los famosos “nervios en el estómago” o ansiedad, en los niños se manifiesta como dificultades para tomarse el desayuno, quejas por dolor de barriga, necesidad de ir frecuentemente al baño o incluso la presencia de náuseas y vómitos.

Tampoco hace falta mencionar que ahora toca reajustar los horarios de sueño a los horarios escolares, con lo que sería considerado normal que el niño muestre dificultad para irse a la cama, con mayor ansiedad y agitación al anticiparlo.

Detrás de estas reacciones, seguro que en las cabezas de nuestros pequeños están divagando varios miedos:

Miedo a reencontrarse con antiguos compañeros, miedo a no saber cómo relacionarse, miedo al profesorado, a no poder hacer frente a la dificultad de un nuevo nivel, a no poder entender las materias, a no desenvolverse en el deporte, al estrés del día a día, y este año, introducimos otro más en la mochila.

¿Qué pasa si yo o alguien de mi familia nos contagiamos de coronavirus?

Por otra parte, las necesarias medidas de protección contra contagios resultan antinaturales para las edades infantiles.

Los niños necesitan relacionarse, jugar, explorar, tocar y moverse constantemente. Es algo necesario para su desarrollo, y hasta el momento la escuela proporcionaba un lugar idóneo para ensayar habilidades imprescindibles para la vida adulta.

Es por todas estas razones por las que se hace necesario reducir el impacto que las circunstancias actuales pueden tener sobre su bienestar y salud mental. Pero, ¿cómo podemos hacer los adultos para hacérselo más llevadero?

Miedos

Todos tenemos miedo. Adultos y niños. El miedo es una emoción natural que actúa como alarma para avisarnos de la existencia de una amenaza para nuestro bienestar.

Estamos programados para tener miedo por supervivencia. Esta emoción conlleva pensamientos de amenaza relacionados con el peligro, así como reacciones de lucha o huida. Por tanto, aplicado a la situación actual, será normal anticipar un posible contagio o confinamiento y que ello nos cause malestar.

Dentro de las reacciones de huida, ya nos encontramos padres y madres que rechazan llevar a sus hijos al cole. Dentro de las de lucha, el buscar culpables, quejarse constantemente de la gestión de la situación.

Debemos tener en cuenta que los adultos somos referentes de gestión emocional y comportamiento para los más pequeños: Cuando un niño se encuentra frente a una situación desconocida, tiende a fijarse y tomar como referencia la reacción del adulto para conocer si esa situación es favorable o desfavorable.

Lo hacemos de manera inconsciente, en razón de milisegundos, a partir de la expresión facial y no verbal.

Se podría decir que nos contagiamos de miedo. Además, los adultos funcionamos como modelo de conducta para los niños, que tienden a aprender ese modo de responder de sus cuidadores para futuras situaciones similares.

Por lo tanto, nuestro modo de afrontar la situación va a influir enormemente en cómo la afronten los más pequeños.

Comunicación

Los niños se hacen preguntas y se elaboran sus propias conclusiones salvo que haya alguien que se las aclare.

Es por ello la necesidad de establecer un clima de comunicación con los niños estos días, tanto por parte de los padres como del profesorado.

En primer lugar debemos fomentar su implicación en el tema, que expresen aquello que piensan y sienten, qué saben de la situación y qué opinan, para poder así explorar posibles creencias irracionales que puedan estar detrás de sus miedos.

En segundo lugar, los niños necesitan sentirse seguros, y no hay mayor seguridad que la de poder anticipar qué va a ocurrir los primeros días de cole, cómo van a ser los protocolos de seguridad, qué van a poder hacer y qué no.

También es importante hacerles partícipes de los preparativos, que acudan a comprar el material y los libros.

Validación

Debemos validar como normales tanto las emociones agradables como las desagradables ya que de lo contrario, estaríamos inhibiendo la expresión emocional del niño/a.

Cooperación

Cooperación entre toda la comunidad educativa. Hemos de tener en cuenta que esta situación es nueva para todos, con lo que debemos ser autocompasivos como padres, profesores y con los niños: Estamos haciendo lo mejor que podemos y sabemos.

Una actitud demasiado exigente sobre cómo deberían ser las cosas no hará más que provocarnos elevados niveles de ansiedad y enfado.

Beneficios de ir al colegio

No nos olvidemos de los beneficios de ir al cole. La escuela no es solo el lugar donde los niños van a adquirir los contenidos de lengua, matemáticas y ciencias.

La escuela es una oportunidad de realizar un ensayo piloto para la vida, es esa entidad que ayuda a los menores a practicar habilidades sociales y de relación con otros iguales, a aprender a gestionar sus emociones, a estructurar su tiempo y su vida, tolerar la frustración o aprender el valor del esfuerzo y el sacrificio.

Por tanto, aunque este año venga acompañado de unas medidas de protección y protocolos un tanto extraños para lo que veníamos acostumbrados, debemos considerar que la educación es una parte indispensable para el adecuado desarrollo de los más pequeños.

Isabel M Fernández Pérez – Psicóloga Sanitaria MU03712

 

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