DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL – 10 OCTUBRE 2020

Cuidar la salud mental, un reto global

Se estima que más de 450 millones de personas en todo el mundo están diagnosticados de un problema de salud mental y 1 de cada 4 de nosotros desarrollará uno en algún momento de la vida.

Los problemas de salud mental representan un 12.5% de los problemas de salud en todo el mundo, y lo más destacable, es que el 50% de ellos ya comienzan a dar algún indicio antes de los 18 años de edad.

Todas estas cifras chocan con una realidad en la que, aunque cada vez menos, aún se estigmatiza en parte lo que tiene que ver con la Salud Mental:Todavía hay quienes se sienten “bichos raros” al tener que decir abiertamente que han desarrollado un TOC, una depresión, o que están acudiendo a terapia por problemas de ansiedad.

Todavía resulta más difícil mencionarlo que cuando se trata de un diagnóstico de diabetes o un problema de espalda, para algunas personas.

Además, seguimos teniendo dos problemas fundamentales que no hacen más que alimentar los porcentajes de diagnóstico:Por un lado, los servicios asistenciales públicos a la Salud Mental siguen siendo escasos por no decir, que después de la pandemia, representan una gota de agua en el desierto:

Hablamos de que en España solo hay 4 psicólogos clínicos públicos por cada cien mil habitantes, frente a una media de 18 en otros países de la Unión Europea.

Esto hace que si deseas pedir cita con un psicólogo público, tendrás que esperar listas de espera de mínimo 3 o 4 meses para una cita de 20 minutos.

En segundo lugar, es necesario visibilizar el papel desbastador que tiene la precariedad laboral e inestabilidad económica que sufre la clase trabajadora de nuestro país, sobre su bienestar y Salud Mental.

Y es que, en relación a este último tema, no podemos mirar hacia otro lado después de lo aprendido con la crisis financiera del año 2008.

Si algo bueno nos proporcionó dicha recesión, fue el dejar de creernos aquello de que la causa de los problemas de Salud Mental está en lo biológico; en un trastorno en los neurotransmisores cerebrales de las personas que sufren depresión, insomnio o ataques de pánico, entre otros.

Se culpabilizaba a las personas por no poder reinventarse o superarse, y escuchamos barbaridades como aquello de que hay que salir de la zona de confort, pensar en positivo o eliminar el pensamiento negativo.

Todo esto, junto con la mencionada falta de asistencia y el estigma, hizo que muchas personas cayeran en un largo camino de consumo de psicofármacos para curar sus problemas individuales, que al final resultaron ser de carácter social.

Gracias a ello, ahora sabemos que no hay nada más lejos de la realidad que este enfoque que reduce nuestra Salud Mental a un trastorno biológico, puesto que circunstancias contextuales como no disponer de un empleo digno o la inestabilidad económica, pueden afectarnos más de lo que se pensaba.

Es por esto que cada vez más debemos visibilizar los problemas de Salud Mental como algo normal que nos puede tocar a todos/as. Por añadir un importante detalle más, mencionar que nuestra Salud Mental se puede representar si tenemos un folio de papel delante.

Si trazamos una línea horizontal, podemos situar la Salud Mental en un extremo y la enfermedad mental en el otro.

Bien, se podría considerar que todos nosotros estamos en algún punto de esa línea en este momento, unos más cerca de la salud mental, y otros del diagnóstico en Salud Mental.

Pero además, es que esa posición en la que te sitúas ahora mismo no solo depende de ti, ya que como venimos mencionando, circunstancias difíciles como los problemas económicos, la precariedad laboral, los problemas familiares o de pareja, la incertidumbre hacia el futuro o problemas de salud física, influyen de manera notable en tu estado de salud mental. Sí, todas esas variables que los psicólogos encuadramos en lo que llamamos contexto.

Por suerte, el enfoque ha cambiado y ahora los psicólogos no nos cansamos de manifestarlo: Es normal y humano sentirse mal cuando las cosas van mal. Y es más humano y valiente aún pedir ayuda cuando no sabemos qué hacer con aquello que nos ocurre.

Isabel M Fernández Pérez- Psicóloga Sanitaria MU03712

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