¿Conservadores o conservaduros?
Decía Marcelino Menéndez Pelayo, que en España más que conservadores, lo que había eran conservaduros. Tenía razón y quizá por ello resaltan más los conservadores que del siglo XIX hasta hoy han sido ejemplo de integridad y defensa de unos principios.
Los conservaduros, tal y como yo los veo son esa clase de políticos que vaciados de todo ideario (o peor llenos de las consignas de la izquierda y ávidos de mantener su cargo político) se lanzan en pos de una defensa suprema de la economía de libre mercado como si la defensa de ese modelo, fuera la que redimiera todo lo demás que no defienden. Por si alguien quisiera consolarse pensando que al menos defienden y llevan bien la economía tampoco es así, creyendo que renunciando a lo social, la izquierda les dejaba la economía finalmente lo poco que creían retener lo pierden en beneficio de políticas socialdemócratas que ellos mismos ejecutan.
Cabe preguntarse entonces, ¿por qué sucede esto? La respuesta podría ser muy larga, unos podrían justificarlo con la idea de progreso, otros como la consecuencia lógica de un sistema donde unos corren hacia el desastre (la izquierda) y otros van andando (derecha) pero aun así, podríamos resumirla, en el caso particular de España en varios puntos:
– Inexistencia de una sociedad civil
– Faltas de mecanismos de control efectivo del poder
– La mentira no es algo que socialmente se castigue
– Poderes mediáticos vendidos y no independientes
Estos cuatro puntos constituyen a mi juicio el núcleo que imposibilita la corrección de la actual situación. La solución a todo esto pasa primeramente, por un remover esos cuatro puntos citados por precisamente todo lo contrario y posteriormente por un avivamiento espiritual que asentado directamente en las Sagradas Escrituras no pretenda crear sociedades utópicas (la verdadera y deseable utopía es únicamente el Reino de Cristo) o abolir el Estado (necesario en un mundo caído en el pecado) o perfectas pero sí defender la vida – desde la concepción hasta la muerte natural – la libertad y la búsqueda de la libertad como dice la constitución americana.
Aprovechamos para recordar, que este domingo, la liturgia marca la festividad de Cristo Rey y puestos los ojos en Él es, únicamente, de donde vendrán todas las bendiciones (si está es Su santa voluntad) para España y el mundo entero.
Adveniat regnum tuum.
Borja Ruiz Garcia