PA PELOTAS, EL OPUS-PUS

PA PELOTAS, EL OPUS-PUS

Cantaba, el recordado andaluz Carlos Cano, cuando la reconversión naval que con tanta satisfacción y sadismo personal protagonizaron Felipe y Alfonzo Guerra: “Guardia no tires pelotas que pa pelotas Puerto Real…”
Pero, a pesar de las “pelotas de Puerto Real”, los muchos astilleros que había en España donde se construían excelentes y avanzados buques para su época, todo se reconvirtió, y generalmente se le puso un escapulario opus-pus social, al sector astilleros, y desde aquel entonces, Europa ha seguido, el mundo ha seguido, haciendo buques, y en España nos hemos limitado a que los astilleros sean un cuartel de reposo de la ingeniería “privada católica”, la que tiene que “salir colocada”, en donde el ingeniero que no es del opus, va a misa diaria.
Todo tan demencial e inconsecuente con la realidad del país, que nos saldría mucho más barato, supuesto que ellos no se aburren dentro de los recintos de lo que en su día fueron grandes astilleros, especialmente gracias a que existe el internet, las páginas de desnudos y las series, que se estuvieran quietos; y en vez de exigir, para justificar su nada hacer, a un gobierno español que guarda un gran parecido con respecto a Europa en docilidad y alegría con los ganados que van camino de los pastos de verano, quedarse como están, cobrando sin hacer nada, que es lo que mejor saben hacer.
Porque la alternativa que han tomado los residuales astilleros españoles del opus-pus de que quieren tener una gran “central de compras” de productos armamentísticos, ninguno de los cuales tiene poder ni capacidad para derrotar o coger prisionero a un solo virus del famoso coronavirus, nada más que puede tener obediencia porque algunos de los viejos, con o sin escapulario, recuerdan con nostalgia el tremendo juego económico que generan los provisionistas, especialmente los que trabajan para fábricas de armas.
Tengo que reconocer que, personalmente, soy un irresponsable porque no he sentido el hueco y la necesidad social, al tiempo que el tremendo peligro que llevamos corriendo, y que ha dejado un dragaminas de la Armada que se va a reparar por un importe inicial de treinta milloncejos de euros; y solamente los dichos viejos saben, cuando el dragaminas se vuelva a dar mar, lo que realmente, para absolutamente nada, nos va a costar a todos.
Y eso sin mencionar la necesidad básica que tenemos ante un enemigo ¿dónde coño está el enemigo? de echarle a un submarino más de seiscientos millones de euros en construirlo, repararlo, o enmendar una estrepitosa chapuza ingeniera cometida que ha conllevado, al mejor estilo español, que en vez de castigar a los responsables, se les premie para el eterno disimulo nacional.
Está resultando sarcástico y hasta hiriente para la inteligencia más parca, que nuestros “neutrales, libres y laicos medios de comunicación continuamente hagan referencia de que estamos actualmente “sufriendo” en España un gobierno de izquierdas. Y, antes de desistir hace tiempo, tengo mis dudas si realmente, no es que el hombre yanqui pisara la luna, sino si realmente Garzón el Mudo, es ministro de algo en esta España, tan izquierdosa, tan progresista, que todo el dinero que “va a venir” de Europa, se va a “quedar” en las fábricas de armamento de allí; de Inglaterra y de EE.UU, para que no dejemos de ser un país con un destino claro en lo universal que nos vuelva a llevar a la sandalia y sacristía franquista.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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