EL COVID Y EL NUEVO IMPERIO ESPAÑOL

EL COVID Y EL NUEVO IMPERIO ESPAÑOL
En breve estarán a disposición en algunas oficinas bancarias sajonas varios modelos a elegir de escudos nobiliarios, que blasonen el buen resultado económico que se está logrando en algunas “familias” españolas con la pandemia más inmoral y churretosa que, en su chulería, haya conocido la humanidad.
Había un gran desazón en todas y cada una de las nacionalidades, regiones, tierras, carromatos y campamentos, junto a los hechos diferenciales del territorio español, que constituyen el Nuevo Imperio, con un destino ahora ya concreto; que no en lo universal, sino en las caja fuerte de los bancos sajones de los paraísos fiscales, donde, de quilla a perilla del palo mayor, mejor duermen las finanzas distraídas en unos tiempos de ocultismo, mentira y locura, que, probablemente, los historiadores del fundamentalismo español, como no logren tener la referencia de algún santo milagrero: “San Covid-19”, se queden descolocados.
Precisamente dentro de los pacientes españoles que estamos esperando en lista la hora de que nuestros amados patrios nos fusilen, es probable que abundemos los que tenemos muy claro que, lo único que ha puesto ha descubierto el Covid-19 en el Nuevo Imperio Español de las Comunidades (nada que ver que los Comuneros), es que tenemos muchos más granujas y más serviles de baba al servicio del Imperio de las Comunidades, de los que nos figurábamos.
Y, en realidad, lo que también algunos hemos advertido que el actual Nuevo Imperio, es que es exactamente igual al silencioso y ladino Viejo Imperio Español, que tenía palacio puesto en Madrid, y que nunca por nunca defendió a ningún solo español que vistiera de paisano y fuera hombre de trabajo.
El Nuevo Imperio Español de Las Comunidades, reforzado al mayor tope económico que se puede tener gracias a las “compras y gastos” por la vía de urgencia para mantener controlada la pandemia más inmoral y churretosa que nunca han visto los siglos, tiene todos los visos de que va a acabar como acabó el Viejo Imperio: “Que cada pijico se lama su pijico”, y unas cuantas catedrales construidas para celebrar los épicos triunfos logrados tapando vergüenzas tan singulares como, por citar una, la mal llamada Triple Alianza, porque hubieron más de tres estados criados, en la que intervino Inglaterra y EE.UU. a nivel empresarial, utilizando a Uruguay, Argentina, Brasil, para aniquilar un país que quería realmente que su gente comiera y fuera feliz: Paraguay.
Y la forma cobarde y ladina de no intervenir el Viejo Imperio Español en genocidios de ese terrible y horrible calibre, es, en su actuación, semejante a lo que en la actualidad está desarrollando el Nuevo Imperio Español de las Comunidades, ante un genocidio. chapucero y pueril de gentes y recursos, que cuando salga por la punta, los que salgan, no tendrán ya sanidad pública, ni educación, y, en vez de un Estado, tendrán una sola sociedad anónima, con oficinas abiertas en distintos territorios imperiales por cachos.
Pero como todo será publicitado de tal forma que parecerá que los botellones, las gentes, las reuniones familiares, serán las culpables de que las iglesias, los belenes, los políticos, se reúnan y se llenen en el número que les salga de sus compañones, el Nuevo Imperio Español de las Comunidades, volverá, porque ya lo es, un triunfo de los empresarios laicos y religiosos extranjeros.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *