OPINIÓN

                       EL ESPAÑOL

 

Vamos a intentar reflexionar, con sensatez, sobre lo que ocurre con el ESPAÑOL; esto es, la segunda lengua más hablada en el mundo, con más de 580 millones de habitantes. Cifra que parece aumenta cada año en más de tres millones, solo entre los hispanohablantes

 

Es la segunda lengua más hablada del mundo, tras el chino mandarín;  donde, por cierto, hay cada vez más estudiantes que se inclinan, voluntariamente, por estudiar y hablar el español, que va creciendo cada año y ya hay un abundante número de hispanohablantes chinos. Hasta tanto llega su interés, que lo van a implantar – si no está ya –  como segundo idioma oficial y obligatorio en China.

 

Lo mismo que ocurre en Estados Unidos, donde ya hablan el español más de 60 millones de personas. Esto lo convierte en el segundo país del mundo, tras México, donde se habla más español; es decir, que en EE.UU. hay ya más hispanohablantes que en la propia España, donde se da la paradoja de que ha tenido que ser la Justicia quien, de forma cicatera y rácana,  ha tenido que obligar a Cataluña a hablar el español, en las escuelas, al menos en el 25 % de la enseñanza. Porcentaje que se nos antoja muy escaso; pues siendo bilingüe ¿qué menos que el 50 % siendo además el español, como es lógico, el idioma de España, reconocido en todo el mundo?  No solo por eso; sino que además es un derecho y un deber que nos la Constitución.

Una lengua que es cada vez más creciente y demandada en todo el mundo, consiguiendo cada día más adeptos. Por contra, aquí nos tienen que obligar porque, de lo contrario, la prohibirían, como de hecho pretende el PSOE quitarlo como lengua vehicular, por el sólo hecho de contentar  y satisfacer la demanda de los nacionalistas y separatistas, enemigos de España.  Una auténtica vergüenza, una sinrazón que debería obligar al PSOE  a quilar la E de español, porque de esto no tiene nada…

Parece que la Justicia ha querido » justificarse » un poco imponiendo ese escaso 25 %; pero esto hará que los separatistas y nacionalistas sigan pensando que España es un país opresor que les obliga y quiere imponer, por la fuerza, un idioma que es común a todos los españoles – también para ellos, aunque lo quieran ocultar – mientras que  todos tenemos el derecho y el deber de defenderlo.

 

Lo más junto hubiera sido que, si es una región bilingüe, hubieran exigido, al menos, el 50 %, en lugar de andar con paños calientes. La constitución nos da el drecho y la obligación, a todos; mientras que, de este modo, parece que vamos mendigando que se hable algo…  Simplemente, demencial,  irracional e injustificable.

 

J.A, Muerza

 

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