«El ataque de los muertos»
Antecedentes
En el marco de la Gran Guerra, Alemania se enfrentaba en el frente oriental con Rusia. Debía eliminarla cuanto antes para poder derivar todo su potencial y acabar con Francia e Inglaterra. Como todos sabréis la Primera Guerra Mundial empezó el 28 julio de 1914 y nuestros protagonistas se enfrentaron a muerte desde el 1 de agosto de 1914. Ambos países luchaban a muerte en la actual zona de Polonia, esta batalla tuvo lugar en el noreste…
Los rusos tenían el plan de conquistar la Prusia oriental, no obstante un ejercito mal preparado no era rival para uno tan preparado militarmente como el ejercito teutón. Finalmente fueron repelidos y obligados a ponerse a la defensiva, con su correspondiente contraataque alemán.
Fuerzas en combate
El día 5 de agosto de 1915 los alemanes se preparaban para atacar «nuevamente»(ya que se intentó tomar varias veces) una fortaleza a orillas del río Biebrza, llamada Ossowiec. Los alemanes estaban bajo las órdenes del Mariscal de Campo Paul von Hindenburg y contaban con una abrumadora ventaja de 14 batallones de infantería, 30 piezas de asedio aproximadamente y 30 piezas de artillería con una sorpresa… Por otra parte los rusos eran dirigidos por el teniente Vladimir Karpovich Kotlinsky, eran apenas 1000 soldados.
Muerte
A las 4 de la madrugada de este mismo día comenzó el terror, una mezcla de artillería, equipada con gases tóxicos, y bombardeos de artillería regular descargaron toda su ira hacia la fortaleza. Debido al gas, la hierba se volvió gris e incluso negra, las aves cayeron del cielo abatidas, los mamíferos e insectos de la zona yacían en tierra, un episodio dantesco sin duda.
Los rusos no tenían apenas unas pocas máscaras antigás, su idea para protegerse de esa devastadora bola de aire tóxico fue mojar camisetas o trapos en agua u orina para taparse la nariz y la boca. Como era normal todos murieron en este brutal ataque, o puede que no… 12 batallones alemanes avanzaron a través del «infierno» sin oposición alguna y estuvieron a punto de tomar la fortaleza de no ser por…
Cuando los batallones estaban cerca de la fortaleza, se detuvieron en seco. Empezaron a recibir fuego enemigo… De pronto, una serie de seres; con deformidades en todo el cuerpo, pechos en carne viva, vomitando sangre o incluso trozos de sus órganos, comenzaron a abrir fuego. Eran supervivientes rusos, si se pueden llamar así ya que en sus condiciones era imposible estar vivo. 100 seres aproximadamente atacaron con furia a los 7000 alemanes, algunos seres, incluso furiosos y con gritos de rabia cargaban, bayoneta en mano, hacia los germanos. Estos, aterrorizados huyeron tan rápido que algunos murieron en sus propias alambradas colocadas días antes.
Legado
Tras este contundente fracaso, los alemanes decidieron rodear la fortaleza y tomarla desde varios frentes. El Ossowiec cayó, cuando las tropas germanas entraron no encontraron los restos de esos seres. Habían desaparecido. Los rusos cumplieron su función, aguantar. Tras la Primera Guerra Mundial, esta fortaleza se usó por la URSS para defenderse del empuje alemán y también usada como defensa por los alemanes contra las tropas soviéticas, aunque de nada sirvió en ambos casos.
Mi visión
Esta épica batalla de la historia nos muestra como el ser humano, incluso superados sus límites, puede aguantar hasta el más fiero de los combates. La frase «La retirada no es una opción» se puede aplicar muy bien a estos valerosos hombres, si se pueden llamar así. Una verdadera historia de terror aunque desconocida por muchos.
Jesús Inarejos