ROBÓTICA EN EL SIGLO III DC: HERÓN DE ALEJANDRÍA

ROBÓTICA EN EL SIGLO III DC: HERÓN DE ALEJANDRÍA

El 25 de enero de 1921, hace 100 años, apareció por primera vez la palabra “robot” con el estreno en Praga de la obra teatral de ficción RUR (abreviatura de Rossum’s Universal Robots) del checo Karel Čapek y, un año antes había nacido Isaac Asimov, el escritor que dejaría constancia de las llamadas Leyes de la Robótica que son la base de la robótica y sistemas automáticos actuales. Con estos precedentes, es comprensible que la gente crea que la Robótica es un concepto que tiene escasos 100 años de existencia, pero ¿Qué pasaría si dijéramos que ya existían robots o puertas automáticas hace 2000 años? No hablamos de ciencia ficción como RUR o Asimov. Hoy hablaremos de uno de los padres de la Robótica: Herón de Alejandría.

De mito a realidad

Hace más de 2000 años, sabemos que los griegos hicieron numerosos avancen en los campos de la medicina, la filosofía, la política, la salud, etc. y la ciencia no fue una excepción. Según la mitología griega, el dios Hefesto, la divinidad de la forja y patrón de los herreros, escultores y artesanos, además de ser el encargado de fabricar y arreglar las armas de los dioses del Olimpo, también era un personaje al que le gustaba crear artilugios como podían ser autómatas, nombre que recibían los robots antes de 1921. De esta manera, se cuenta que el dios Hefesto le regaló al rey de Creta un gigante autómata de bronce llamado Talos. Talos debía proteger a la isla de los enemigos. Este mito demuestra el interés de los griegos en el mundo de la mecánica y la programación de artefactos automáticos y, el máximo exponente de este interés fue Herón de Alejandría.

Tal como indica su nombre, Herón nació en la ciudad de Alejandría alrededor del siglo X dC. En aquellos años, la ciudad fundada por Alejandro Magno era la capital de la cultura y la ciencia del mundo mediterráneo gracias a su gran biblioteca. En este ambiente, Herón se centraría en el estudio de los principios básicos de la mecánica y de la hidráulica. Hace falta decir que Herón pudo ampliar sus conocimientos y escribir tratados y libros sobre estos temas gracias a los conocimientos que adquirió de los estudios precederos de otro gran ingeniero, Filón de Bizancio; de la misma manera que los conocimientos de Herón de Alejandría le servirían siglos después al gran Leonardo Da Vinci.

Algunos inventos de Herón

Herón de Alejandría solía crear inventos para que facilitaran o hacer más entretenida la vida de sus contemporáneos. Por esta razón, el inventor mostraba sus creaciones en lugares públicos como podían ser la calle o en fiestas para asombrar al público con artefactos que parecían mágicos.

Uno de los inventos más innovadores y conocidos de Herón de Alejandría fue una fuente para beber agua que lanzaba el chorro de agua hacia arriba como muchas que tenemos en los parques actualmente.

El invento consistía en un plato superior y una columna que, en su interior, tenía dos depósitos cerrados y todo esto conectado por tubos. El sistema consistía en que el plato superior contenía un poco de agua que caía por un tubo hasta un depósito con aire. El agua que caía impulsaba hacia arriba el aire por un tubo que llegaba a otro depósito con agua. La presión del aire hacía que el agua del depósito subiera; pasando por un tubo que expulsaba el agua por el plato superior. Así, de manera automática, se podía tener una fuente con agua corriente de manera indefinida.

Como hemos dicho, Herón hizo autómatas. Uno de sus autómatas más reconocidos está fechado en el año 62. En esta ocasión, el inventor creó una pequeña fuente con pájaros de bronce que, gracias al agua que corría en ella y gracias a unos silbatos, consiguió que los pájaros se movieran y cantara como si fueran de verdad. Para entretener al público, Herón también creó un teatro completamente mecanizado y programable a partir de cuerdas, nudos, palancas y resortes a partir de arena. Este teatro automático conseguía que los personajes se movieran de manera perfecta, con cambios de escena perfectamente sincronizados con la historia y hasta con efectos de sonido para dar más realismo.

Como hemos comentado antes, la gente que veía los inventos de Herón podía pensar que eran cosa de magia, de los dioses. De esta forma, Herón también prestó sus invenciones a sacerdotes y templos.

Herón puede ser considerado el inventor de las puertas automáticas ya que fue el primero en hacerlas posibles para que se abrieran las puertas de los templos “solas”. Para lograrlo, Herón creó un sistema en el que las puertas estaban conectadas con una pira ritual que, cuando se encendía, esta calentaba el agua de un depósito subterráneo que expulsaba el agua por un tubo hasta una cubeta que, al llenarse y gracias a la fuerza de la gravedad, tiraba de unos pesos y poleas que permitía la apertura de las puertas.

A Herón también se le puede considerar el padre de las máquinas dispensadoras y todo gracias a los templos y sacerdotes, también ya que fue él el que inventó una máquina así para los templos. El artilugio era una especie de jarra en la que el fiel introducía una moneda que caía en una palanca que, por el peso de la moneda, subía una válvula cónica del interior que dejaba correr el agua o vino que había dentro para llenar una copa. La copa hacía de contrapeso ya que estaba en una palanca que, a medida que la copa se llenaba, esta bajaba la válvula cónica para tapar el agujero y, de esta manera, se dispensaba la cantidad de líquido justa. Esta máquina puede ser una versión más simple de un dispensador inventado por Filón de Bizancio que, aparte de líquido, también dispensaba jabón.

Como podemos ver, la robótica no es algo que hayamos inventado hace poco para nada.

Carlos Llanas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *