La última cruzada samurái
Shiroyama
Rebelión Satsuma
Es bien sabido que los samurái son un icono del Japón durante siglos, pero estos fueron suprimidos de la sociedad durante el reinado del emperador Mutsuhito. Este quería realizar grandes cambios en su país, quería modernizarlo, ponerlo a la altura de Europa. Esto no fue bien visto por una parte de la población que se sintió oprimida, los samurái, iniciando así desde el 1868 al 1869 la guerra civil conocida como «Guerra Boshin» en la que el Shogunato Tokugawa junto con aliados, se enfrentaron al emperador y su intento de restauración.
No obstante se reinició la contienda en 1877, esta vez conocida como la «rebelión Satsuma», cuyo líder fue Saigo Takamori.
Escaramuzas
Desde el inicio de esta contienda, fue como si la ciudad de Satsuma estuviera independizada. Durante todo el periodo se batieron en duelo en las ciudades de Kumamoto y Tabaruzaka, aunque las bajas estimadas durante toda la rebelión fueron favorables al ejercito imperial, en la última batalla las bjas imperiales fueron muy superiores a las de los últimos samurái.
60 a 1
Las tropas imperiales, lideradas por Yamagata Aritomo, estaban estimadas en 30 000 hombres. Mientras que Saigo Takamori contaba con 500 samurái, la superioridad de las tropas de Yagamata era de 60 comparando con 1 solo de los soldados del oponente.
Arimoto envió un acta de rendición a Saigo, pero el código de honor del bushido impedía a Saigoaceptarla.
El ocaso del samurái
La batalla comenzó la noche del 24 de septiembre, lo primero fue un intenso bombardeo por parte de las tropas imperiales, cuyo objetivo era mermar al contrario. Los soldados aparecieron en las colinas al amanecer, los samurái, profesionales en el uso de la espada, atacaron cuerpo a cuerpo, en lo que tuvieron una gran superioridad. Ellos no retrocedieron hasta que la diferencia de número empezó a ser notable. A las 6 de la mañana tan solo 40 samurái quedaban con vida.
Los maestros de la espada lucharon valientemente, oponiendose a un enemigo muy superior, durante horas. Lucharon por sus derechos, su libertad, su honor. Finalmente los 40 restantes cargaron colina abajo hacia el enemigo, fueron acribillados por las ametralladoras gatling.
Opinión personal
Me parece de una valentía que pocos tienen, por no decir un coraje sublime, el mero hecho de acatar el código del Bushido hasta tal punto de perder la vida por el.
En su contraparte mirandolo desde una vista de siglo 21, el acto de que 40 supervivientes carguen contra un ejercito de fusiles y con ametralladoras es un poco suicida. Aunque muy honorable.
Jesús Inarejos Gómez