«El cazador, cazado»

«El cazador, cazado»

Batalla de Salamina

«2º Guerra Medica»

Esta fue el intento de revancha de la fallida 1ª Guerra Medica. En esta los persas, con Jerjes a la cabeza, dominaron desde un inicio gracias a su superioridad numérica, hasta la batalla de las Termópilas.

Los persas arrasaron las defensas griegas en Termópilas. Pese a la gran sperioridad  de las fuerzas de Jerjes, los griegos sufrieron una derrota valerosa y que costó muy caro a los persas.

Simultaneamente a la batalla de las Termópilas se daba la batalla marítima de Artemisio, donde los helenicos también fueron derrotados y la poca flota restante se retiró a Salamina.

«Fuerzas en combate»

Los griegos no estaban convencidos de resistir en Salamina. Los aliados griegos optaban por una retirada a la actual Italia, no obstante el general ateniense Temístocles, convenció a sus hermanos de seguir luchando.

La inmensa flota persa podía llegar a los 1.200 barcos, una fuerza abrumadora que Jerjes consiguió reunir en poco tiempo.

Los griegos por su parte tenían una flota restante de menos de 400 barcos.

Los griegos se apostaron de tal forma que la superioridad numérica de Jerjes no valiese nada:

«Desolación»

A medida que sus enemigos se acercaban, se podía escuchar a los griegos cantar:

Adelante, hijos de los griegos,    liberad la patria,    liberad a vuestros hijos, a vuestras mujeres,    los altares de los dioses de vuestros padres y las tumbas de vuestros antepasados:  es hora de luchar por todo.

Los barcos griegos no atacaban, esperaban a una posición más favorable.

Entonces una única nave se atrevió a embestir y se adelantó. Todas las helenas siguieron su ejemplo y arremetieron contra la primera línea persa, que entonrpeció a la segunda y se hizo un dominó. El almirante persa murió rápidamente y la desorganización se expandió entre la flota atacante.

Cuando la flota persa trató de retiarse, fue emboscada por tropas griegas y finalmente los griegos ganaron la batalla.

«Consecuencias»

Esta batalla supuso un duro golpe para Jerjes y fue un punto de inflexión. Tras las posteriores batallas de Platea y Mícala el emperador persa, cedió y la amenaza desapareció. Los griegos repelieron nuevamente a uno de los mayores Imperios de la época.

 

 

 

Jesús I.G.

 

 

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