Siete días ya. Más de 170 horas con el sistema informático del SEPE caído por culpa de un virus ‘extorsionador’ llamado Ryuk. Las tareas para reparar el fallo y recuperar la normalidad siguen su curso pero el final de esta pesadilla cibernética está más cerca. “Esperan poder haber solventado los últimos problemas al completo el próximo miércoles», explica a NIUS un experto que conoce el estado de estos trabajos.
“Están levantando poco a poco el sistema. Evaluando, parcheando…”. Hay que comprobar que se han curado del virus. Entra dentro de lo normal que se esté tardando tanto en recuperar el servicio: por las propias caracterítisticas del ataque (un virus perfeccionado con el tiempo) y por el tamaño del objetivo.
“Es lógico que hayan pasado tanto días porque hay que comprobar que no queda rastro del virus. De lo contrario se podría volver a generar el mismo problema”, argumenta Lorenzo Martínez, director especializado en ciberseguridad de Securízame. “Hay que identificar el punto de entrada y seguimos sin saber si había copia de seguridad y si ha funcionado…”
Desde el ministerio de Trabajo se insiste en que se está dando servicio ya. Desde este lunes por la tarde se puede pedir cita previa por internet así como hacer una presolicitud del paro. Pero aunque funcione el sistema no quiere decir que esté al 100% operativo. “Puede haber todavía algún error”, admiten.
Tampoco es que todos los ordenadores se hayan vuelto a encender. Hay funcionarios que casi una semana después no podía acceder a sus terminales. Así el sindicato CSIF asegura a NIUS si bien es cierto que en ciudades como Madrid el sistema ya está operativo, en otras no se puede trabajar. Los técnicos informáticos siguen mirando qué ordenadores pueden estar infectados.
Lo que está claro es que a los funcionarios se les ha acumulado un volumen de trabajo importante en todos estos días. Las peticiones de nuevas solicitudes de desempleo se han tenido que hacer a mano. Habrá que volcar toda esa información al sistema a tiempo para que se pueda cobrar el próximo mes. Y si algún dato que han escrito en un hoja con bolígrafo con cuadra, tendrán que ponerse en contacto con el afectado. Según CSIF, el 60% de las 100.000 citas previas que se atienden al día son para pedir una prestación.
Las nóminas se cierran el último día hábil de cada mes, para que llegue al banco el día 10 del mes siguiente. Eso quiere decir que los trabajadores de las oficinas del SEPE tienen exactamente dos semanas para volcar toda la información. Pero los sindicatos recuerdan que a eso hay que sumar la atención de los usuarios y el trabajo que de por sí tienen que sacar a delante de manera habitual.
De ahí que teman que pueda haber cierto retraso como pasó en su momento con la gestión de todos los expedientes de los ERTE. No corren peligro las prestaciones de quienes estaban ya cobrando el paro, sino que la duda está en la de los nuevos solicitantes.
«Estamos en disposición de afirmar que durante el mes de marzo podremos responder con normalidad al reconocimiento de prestaciones por desempleo», ha defendido Gerardo Gutiérrez, director general de SEPE, este lunes en una entrevista en la Cadena SER.
Pero según fuentes de CC.OO. no está tan claro que eso vaya a pasar. «No podemos acceder a todos nuestros ordenadores, en algunos casos no podemos cruzar datos todavía, la situación ha mejorado mucho pero se nos ha acumulado el trabajo», explican esas fuentes que temen una carga de trabajo importante en los próximos días. «Hemos perdido una semana, ¿cómo se recupera eso», se preguntan.
Además en numerosas comunidades se han relajado algunas restricciones y sectores como el de la hostelería tienen más margen para abrir más horas. Desde el pico de la tercera ola, 136.000 personas han salido de los ERTE, según la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Y ese es un movimiento adicional para el SEPE que debe gestionar las altas y las bajas.
El SEPE recuerda que los plazos de solicitud de las prestaciones se ampliarán en tantos días como estén fuera de servicio las aplicaciones y que, en ningún caso, esta situación afectará a los derechos de los solicitantes de prestaciones.
De la misma manera, no es necesario renovar la demanda de empleo. Se renovará automáticamente o se podrá renovar una vez restablecido el servicio sin pérdida de derechos.
Desde el Gobierno se insiste en que, a pesar de ser un virus para extorsionar y pedir un dinero por el rescate de los datos, a ellos no les han pedido ningún dinero.