SOCIEDAD: «¿Si ha merecido la pena? Lo volvería a repetir. Mi mujer tuvo mi ayuda para morir, pero esta ley, a ella le hubiera servido para irse más tranquila sin pensar lo que me podría ocurrir porque sabíamos que me iban a imputar».
Es la reacción de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir en 2019 a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple, tras aprobarse definitivamente la ley de la eutanasia en el Congreso. Ángel se muestra «feliz» en declaraciones a Europa Press por la aprobación de la Ley, asegura que toda la «lucha» ha «merecido la pena» y que «lo volvería a repetir» si hiciera falta. Para Ángel Hernández, es «un día muy importante porque toda la lucha», no solo de él sino de todas las personas que han trabajado por la despenalización de la eutanasia, «sale adelante».
Además, asegura que, a pesar de todo lo que ha supuesto para él esta lucha ha merecido la pena, incluso tener que ir a juicio. » Si hubiera tenido miedo a que me imputaran no lo hubiera hecho, pero se hizo así para que esta ley saliera adelante», explica Hernández, que decidió grabar el momento en que ayudó a morir a su mujer para «demostrar a los negacionistas que este problema existe y para que los responsables políticos vieran la necesidad de aprobar la Ley».
Sobre los grupos que se manifiestan en contra de la ley de eutanasia, Ángel Hernández dice estar «cansado» de responder a quienes argumentan que son casos mediáticos o que puede generar una pendiente resbaladiza: «Son bulos.
Si tuviera que decirles algo sería que no se preocupen porque la ley no obliga a nadie y también estará para ellos si la necesitan en algún momento».