Barceloneses sin mascarillas toman las playas de la ciudad

El buen tiempo de este fin de semana en Barcelona ha empujado a centenares de barceloneses a tomar las playas de la ciudad condal para pasar el domingo 28 de marzo, en el primer día de Semana Santa. Lo han hecho sin mascarilla y muchos en grupos reducidos y manteniendo las distancias, aunque se han producido aglomeraciones en la arena.

De hecho, Barcelona inaugura la temporada media de playa y sus residentes han recurrido a playas como la de la Barceloneta, la mayoría de ellos respetando el número máximo de participantes en reuniones al aire libre por la covid-19, de seis personas. Se han desplazado hasta la costa tanto en familia como con amigos, ya sea para caminar por el paseo marítimo o para sentarse o estirarse sobre una toalla; algunos incluso de improviso, sin toalla o pareo y directamente sobre la arena.

Los 17º de máxima y los cielos despejados han hecho que seis de las diez playas de la capital catalana registren una ocupación superior a la de otros fines de semana. En este, el segundo de primavera, la de la Barceloneta, Bogatell, Nova Icària, Sant Miquel, Somorrostro y Sant Sebastià presentan una ocupación media, según datos de la web del Ayuntamiento de Barcelona actualizados a las 17:15h, lo que supone un aforo de entre el 40 y el 60% respecto del total.

El aforo máximo establecido por el consistorio es del 80% (momento en el que la ocupación sería «muy alta»), controlado por varias cámaras colocadas en los conocidos rascacielos de la Torre Mapfre y el Hotel Arts.

Un «planazo»
Precisamente, muchos de los usuarios reconocen que volver a la costa es un «planazo». «Está super llena, hace muy buen día y mucho sol, y la gente ya está un poco harta de esta situación», asegura uno de ellos, aunque reconoce cierta «preocupación».

Otros aseguran sentir «respeto» porque «es como estar en la vida de antes» a pesar de la pandemia, mientras que algunos residentes de fuera de Barcelona han apostado por acercarse a su costa: «Hemos venido a ver el mar y esto está petado de gente, da un poco de angustia, pero como la policía no dice nada… y la gente está hasta el moño».

Asimismo, hay quien lo ve «maravilloso» porque «la gente está en distancia y en grupos, sin mezclarse» y porque «dependiendo la zona, se respeta un poco». Las otras cuatro playas, más cercanas al Fórum y menos turísticas, han registrado una ocupación baja.

El verano pasado, la costa de la capital catalana llegó a acoger hasta 10.000 visitas diarias, con un total de 1,9 millones de usuarios, y el personal del Ayuntamiento incluso cerró hasta cinco playas por exceso de aforo.

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