“No hemos llegado tiempo a pagar todas las prestaciones”. Así de rotundo se expresa Manuel Galdeano. El coordinador Nacional del sindicato CSIF para el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) asegura que no se han podido tramitar todas las nuevas solicitudes, ya sean de paro o de ERTE, que se cursaron tras el ciberataque al organismo de hace casi un mes. “Es difícil aventurar un número, pero no hablamos de casos puntuales”.
Los empleados del SEPE cerraron el pasado miércoles 31 de marzo las nóminas. Estas estarán disponibles en el banco el próximo 10 de abril. Quienes ya tenían concedida una prestación no van a tener ningún problema, pero sí algunos de los que la han pedido en las últimas semanas. Los funcionarios han tenido que hacer un trabajo contra reloj porque estuvieron casi una semana sin poder encender sus ordenadores.
“Todo se tuvo que recoger a mano y después había que trasladar toda esa información al sistema informático, hasta que no esté todo complemente volcado no se puede saber exactamente a cuánta gente afecta”, defiende Galdeano. De ahí, que muchos de los que tramitaron una solicitud durante esos días críticos no recibirán a tiempo el dinero.
El Ministerio de Trabajo niega que vaya a haber retraso en el pago de las nóminas. “El virus no ha afectado a la generación de nóminas”, aseguran fuentes del Ministerio. «Ningún ciudadano va a tener retrasos en el pago de sus prestaciones”, defendió Yolanda Díaz el pasado 22 de marzo. La titular de Trabajo explicó ya entonces que el SEPE había recuperado la normalidad: «el sistema está funcionando completamente. No va a haber problema».
Pero el portavoz de CSIF no comparte esa visión y se muestra muy crítico con Díaz. “La ministra tenía que haber implantado la jornada de tarde para sacar adelante el papeleo, habernos dado más medios materiales y haber aumentado el personal del SEPE. Confirma el abandono en el que está el organismo”.
En esa misma línea se pronuncia Josetxo Gándara. “El cibertaque ha tenido impacto, es difícil aventurar una cifra, pero hablamos de miles de personas”, defiende el representante sindical de CC.OO. en la Administración General del Estado (AGE).
El retraso en el pago no es homogéneo en todo el país sino que el atasco de expedientes se da, sobre todo, en Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla o Baleares.
El Ministerio de Trabajo puso en marcha un plan de choque para sacar adelante todo el papeleo acumulado y pidió voluntarios que fueran a trabajar el fin de semana. “Fue un plan más teatral que real, con escaso éxito. El nivel de participación ha sido mínimo, la plantilla está agotada”, defiende Gándara.
CC.OO. aclara que si alguien no cobra la prestación el próximo día 10, probablemente no tendrá que esperar un mes, puesto que si el SEPE tramita su expediente esta semana podría llegar al banco sobre el día 20.
Aunque las 710 oficinas que hay en toda España y los 52 centros telefónicos ya operan prácticamente con normalidad, eso no quiere decir que el SEPE y sus trabajadores estén al 100%. “Los empleados no tienen todavía conexión a internet. No tenemos todos los servicios operativos”, cuenta Gándara. Además el 10% de los 6.000 ordenadores de las oficinas estaban infectados por el virus, una tarea que todavía no se ha completado.
Además los empleados del SEPE siguen sin poder teletrabajar. Hasta antes del ciberataque unos 1.500 de los 7.200 trabajadores que tiene el organismo trabajaba desde su casa. Ahora han tenido que volver a la oficina. Según Gándara, “se ha hecho sin planificación, sin un sistema de prevención que permita mantener las distancias de seguridad”.
