El Gobierno valenciano ha iniciado el camino para su declaración por ser un plato «tradicional y contemporáneo al mismo tiempo», constituir un fenómeno integrador y poseer un carácter representativo de la sociedad valenciana.
La paella es un símbolo identitario del territorio valenciano y ha perdurado a lo largo de los años, transmitiéndose de generación en generación.
Se trata de un elemento vertebrador clave de la gastronomía valenciana y las diversas posibilidades que ofrece su elaboración, junto con su relevancia como icono cultural en el territorio español, convierten a este plato en un bien único no solo del patrimonio cultural valenciano, sino también a escala internacional.
La preparación y elaboración de este plato se han convertido en un fenómeno social.