Abascal, a mí también me dicen de todo y no lloriqueo como un cobarde

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido este sábado en cuestionar las amenazas de muerte recibidas por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y ha denunciado que la izquierda lleva impidiendo que los ciudadanos voten «en paz y libertad» desde los comicios del año 2004 que se celebraron días después de los atentados del 11-M en Madrid.

«Alguno estaba fuera de las encuestas, fuera del Parlamento, y no sabe qué hacer a la desesperada para demonizar a Vox», ha denunciado en un mitin en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes, junto a su candidata a las elecciones madrileñas del 4 de mayo, Rocío Monasterio.

Abascal ha insistido en su tesis de la escasa credibilidad de las amenazas recibidas por Iglesias, de quien ha advertido que no acepta «lecciones de democracia» después del acoso que sufrieron él y su familia en el País Vasco. De hecho, ha asegurado tener documentadas hasta 87 amenazas y ataques recibidos.
«A mí también me dicen de todo y no lloriqueo como un cobarde. Y además a nosotros nos tiran piedras y no lloriqueamos. Nos amenazan de verdad y no lloriqueamos. Uno no puede creerse que está en la batalla de Stalingrado y después comportarse como un comediante y como un llorón», ha reprochado a Iglesias.

Llama a los indecisos entre PP y Vox a no fiarse de la «veleta azul» de Casado
Abascal ha dirigido también este sábado su mensaje a los ciudadanos que dudan entre votar a su partido o al PP el próximo 4 de mayo y les ha recordado el Gobierno «de la traición» de Mariano Rajoy con 186 escaños o la actitud de «pato mareado» del actual líder de los ‘populares’, Pablo Casado, cuya formación cree que ya se puede bautizar como «la veleta azul».

El líder de Vox ha subrayado la importancia de apoyar a Vox y se ha dirigido a las personas «bienintencionadas» que dudan. «Quiero pediros que recordéis para qué sirvieron aquellos votos que le dieron a un señor 186 escaños», ha enfatizado sobre el Ejecutivo con mayoría absoluta de Mariano Rajoy.
Según ha evocado, los ‘populares’ entonces desde el Palacio de la Moncloa «mantuvieron» las políticas de la izquierda, las leyes de género, la memoria histórica, subieron impuestos o continuaron con la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero.

A su juicio, esa actitud «no ha cambiado» y el actual líder del PP sigue «como un pato mareado». De hecho, ha subrayado que Casado ganó las primarias de su partido con un discurso duro y después en el Congreso tiene otra actitud, como la mostrada contra Vox durante la moción de censura que se debatió en octubre. Y ha ironizado con el hecho de que quiera representar «un cruce» entre la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Este mensaje quiere que lo defiendan especialmente en sus casas los jóvenes, quienes ya fueron «los adelantados de Vox» hace unos años y a los que ahora ha emplazado a «asediar» a sus padres recordándoles «los 186 escaños de la traición y la mentira».

Abascal también ha advertido contra Ciudadanos, al que ha acusado de provocar estas elecciones para decir que sigue queriendo gobernar con Ayuso. «Para ese viaje no hacían falta estas alforjas», ha criticado, aunque cree que ha servido para dejar claro que «uno no se puede fiar de la veleta naranja».

Piedras para que no se les oiga
Pero además, ha criticado la «neolengua» del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, y el discurso «en chino» de la izquierda frente al lenguaje «román paladino» de Vox. «Nosotros no nos presentamos a las elecciones de la ONU, nos presentamos en España y tenemos un deber con nuestros compatriotas», ha subrayado.
Abascal cree que incluso algunos votantes socialistas creen que Vox tiene razón cuando escuchan su discurso y por eso los partidos de la izquierda se dedican a «apedrear» sus actos y así intentar evitar que los ciudadanos escuchen su mensaje. «Pero no van a poder con nosotros ni las piedras, ni la violencia, ni la Fiscalía», ha garantizado.

El líder de Vox ha vaticinado así un resultado «excepcional» para su partido el 4-M, pero ha asegurado que, más allá de la cifra concreta de concejales, el objetivo final es «asegurar una mayoría alternativa» a un «asalto comunista a la Comunidad de Madrid. De hecho, ha asegurado que no le importa tener unos resultados «modestos» para Vox si son suficientes para sumar una mayoría alternativa y lograr así un buen resultado «para España».

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