Rafa Nadal, supercampeón: ¡12º Godó en una dramática y espectacular final!
Supercampeón del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó. Leyenda.
Rafa Nadal recuperó el mando en su club, el RCT Barcelona-1899, derrotando al griego Stefanos Tsisipas por 6-4 y 6-7 (6), 7-5 en 3h.38’.
Supo sufrir por detrás en el marcador, remontó, lidió con la difícil carga mental de no rematar con dos puntos de ‘match’ (6-4, 5-4, 15-40), levantó uno en contra (4-5 en el tercer set tocando uno de sus golpes cinta) y cerró a su favor como un rey de la tierra batida, grande en todas las circunstancias.
También en el monumental espectáculo en el que se convirtió la final: Tenis, alternativas, drama. Un ‘thriller’ de mucha calidad.
Cuando la bola de Tsitsipas murió en la red, Rafa Nadal se dejó caer en la tierra del RCT Barcelona.
¡Qué enorme victoria! Espléndida final, colofón histórico. El público ovacionó con intensidad a uno y otro, reconoció su esfuerzo y agradeció el show.
Nadal eleva el récord a 12 Trofeos Conde de Godó. Su segunda plaza más prolífica tras los 13 Roland Garros. Ha ganado 61 de 68 finales en tierra batida, suma 87 coronas ATP.
Las estadísticas adornan su condición de mito del deporte, aunque no pueden reflejar ese extra que da Rafa.
Tiene dudas, las supera. Comete errores, los solventa. Se siente dominado, lucha. Ve campo abierto, sentencia. Completo. Universal.
Son 66 partidos ganados de 70 disputados en el Godó, su balance en tierra impresiona: 452 victorias y 41 derrotas, más del 91% de acierto.
A sus 34 años, nº 3 mundial (el lunes recupera el nº 2), maravilla como cuando contaba 18. Éxitos de 2005 a 2009, de 2011 a 2013, de 2016 a 2018 y en 2021, tras la cancelación de la edición de 2020 por la pandemia y recobrando un trono que le había arrebatado en 2019 el austríaco Dominic Thiem.
Este Stefanos Tsitsipas, 22 años y nº 5 mundial, ya no era el joven asustadizo que disputaba su primera final ATP en el Godó 2018 y cedía 6-2 y 6-1 ante un Nadal a quien consideraba intocable. Llegaba esta vez el heleno con el título de Masters 1000 ATP de Montecarlo y su reciente remontada en cuartos del Open de Australia, que constituyó su segunda victoria en ocho duelos con el español.
Sin embargo, Nadal compitió como un campeón y doblegó poco a poco al crecido Tsitsipas. Rafa enseñó galones al principio frenando a un rival a quien ató cuando la final se desbocó por calidad y emoción, ya que el desenlace se retrasó tras salvar el griego dos puntos de ‘match’ con 6-4, 5-4 y 15-40.
El primer set representó una lección de cómo rentabilizar el potencial del que se dispone en cada momento. Sin quejas, con humildad y dedicación. A falta de inspiración, trabajo y actitud para ir mejorando paulatinamente y alcanzar un premio que parecía hallarse lejos de la realidad.
Rafa Nadal es un grande en sus rachas de intocable rey de la tierra batida, pero también se distingue del resto de los mortales de la raqueta en períodos de dudas y mayores errores de los habituales. Sólo bajo esa premisa de no rendirse a la aparente evidencia el balear remontó y se llevó ese set inicial.
Un 6-4 en 58 minutos tras verse abajo 1-3, mantener su saque en un agónico quinto juego salvando dos bolas de 1-4, doble ‘break’. Ni un par de dobles faltas y un fallo de más con su brújula, el drive, impidió que se agarrase a la oportunidad de establecer el 2-3.
Minutos más tarde equilibraba la final, 4-4. Un guerrero desestabilizando a un Tsitsipas que iba cayendo en la tela de araña que tejía el superviviente Nadal. Dentro de esta obra maestra particular, Nadal remontó un 15-40 y otro tercer punto de rotura para adelantarse 5-4.
Revivió mil veces, y sentenció a un atónito adversario haciéndole el ‘break’ para ganar el set por 6-4 con un parcial favorable de 4-0. El primero que entregaba Tsitsipas después de 17 seguidos a su favor entre Mónaco y la Ciudad Condal.
El guion se repitió en la segunda manga, con Tsitsipas adelantándose un ‘break’ arriba (1-3). Desde atrás fue hallando camino y soluciones Nadal, quien además según se acercaba al trofeo rearmaba su confianza y desarrollaba más tenis. Acarició el KO con 5-4 y 15-40 al resto, pero Tsitsipas remontó dos puntos de campeonato tomando la iniciativa desde el saque.
Al ‘tiebreak’, con ambos ya desatados, arrastrando al éxtasis al millar de espectadores que permite la Covid. Sobre todo cuando Nadal levantó dos puntos de set (4-6) : llegó a una dejada y luego voleó en el primero y pegó un ganador de derecha en el segundo. Pero hizo doble falta, 6-7, y con servicio no lo desaprovechó Tsitsipas.