LOS TRIUNVIRATOS DE LA HISTORIA DE ROMA (II)
Los tres comandantes regresaron triunfantes a Roma donde revelaron una cláusula secreta de su pacto: los principales miembros de los Optimates debían desaparecer de la actividad política. Una lista de 300 senadores y 2.000 caballeros condenados a muerte fue publicada, y el primero de la lista no era otro que el famoso orador Marco Tulio Cicerón.
Los bienes de los proscritos fueron repartidos entre los ejecutores y los partidarios del Senado sufrieron un terrible golpe, mas aún poseían un ejército poderoso en Grecia, bajo las órdenes de los asesinos de César (Marco Junio Bruto y Cayo «Casio» Longino).
Marco Antonio y Octaviano partieron a Macedonia a vengar la muerte de César, y derrotaron a Casio y Bruto en la batalla de Filipos en el 42 a. C.
A continuación los triunviros se repartieron Roma. Marco Antonio, el hasta el momento indiscutible líder, se apoderó de las ricas provincias del Oriente, mientras que a Octaviano le tocó la endeudada Italia y las provincias de Occidente, a Lépido le entregaron las provincias africanas.
Mientras que Octavio se enfrentaba continuamente en Roma a disturbios y a reclamos de todos los sectores del país, Marco Antonio vivía una vida lujosa y despreocupada en el rico Egipto junto a la reina Cleopatra.
Octavio, consciente que Marco Antonio aún era poderoso en Roma, intentó por todos los medios mantener buenas relaciones con él, incluso llegó a perdonar a su hermano Lucio Antonio, que había tratado de favorecer a Marco Antonio durante el triunvirato, y le entregó a su hermana Octavia como esposa. Octavio logró derrotar uno por uno a todos sus enemigos políticos, y logró tranquilizar tanto al pueblo llano (plebeyos y libertos) como a la nobleza.
Además con la ayuda de su amigo Agripa, logró derrotar a Sexto Pompeyo que dificultaba la entrega de cereales a Roma, lo que originó una opinión pública favorable hacia él. En el año 36 a. C. Octavio le quitó las provincias africanas a Lépido y lo apartó de la vida política.
Finalmente Octavio había asegurado su posición como señor de occidente y empezó a preparar el panorama político y militar para su inminente ruptura con Marco Antonio.
Marco Antonio facilitó las cosas a Octavio; empezó a sufrir derrotas en las batallas y repudió a Octavia para casarse con Cleopatra. Octavio era un maestro de la propaganda política y volcó la opinión en Roma completamente en contra de Cleopatra.
En el 31 a. C. el Senado romano, controlado por Octavio, declaró que Marco Antonio se había convertido en enemigo público y declaró la guerra a Cleopatra.
En la batalla de Accio (31 a. C.) los dos bandos se enfrentaron, Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados y se suicidaron poco tiempo después. De esta manera Octavio pasó a llamarse Augusto y se convirtió en el primer emperador romano.
Hacia el 31 a.C. se desarrollará, en la costa occidental de Grecia, la batalla de Accio o de Actium, una de las batallas navales más conocidas de la antigüedad. Conflicto que enfrentará a dos de los líderes político-militares más importantes del momento en el mundo romano, Marco Antonio y Cayo Octavio. (27 a. C.-14 d. C.).
Los resultados y las consecuencias derivadas de la batalla de Actium, fueron decisivos para la instauración del Imperio Romano, un nuevo sistema político autocrático, que sustituiría al anterior sistema de la Republica romana, en los años posteriores al asesinato del dictador Julio Cesar
Pero la ambición de los triunviros principales, reaparece pronto. Lépido es desplazado del Triunvirato y Octavio y Antonio inician una guerra civil que culminará en el enfrentamiento directo de ambos en la batalla naval de Accio, que supondrá el fin de Marco Antonio y sus aliados egipcios, y el inicio de una nueva etapa política en Roma liderada por Octavio Augusto.
El conflicto político entre los generales se había tratado de evitar, pues no había pasado demasiado tiempo desde la Guerra Civil entre Pompeyo y César. La Paz de Brindisi del año 40 a.C., permitió suavizar el complicado panorama político que se había ido desarrollando tras la muerte de César.
La última medida de contención política aplicada fue la ejecución de un reparto territorial que delimitara las zonas de influencia de cada uno de los triunviros. Marco Antonio recibió Oriente. Occidente quedó bajo el dominio de Octavio y África pasó a manos de Lépido.
Pero, a partir del 36 a.C., Marco Antonio comienza a afianzar su posición estratégica en Oriente, con la conquista de territorios y con expediciones militares.
En una de estas campañas, concretamente en la de Antioquía, Antonio toma contacto con una mujer de especial importancia, Cleopatra VII Filopator, reina faraón, de la Dinastía Ptolemaica de Egipto.
La reina egipcia que ve en Marco Antonio un importante aliado para llevar a cabo sus deseos de fortalecer Egipto y convertirlo en un Estado más influyente, se convertirá en poco tiempo, en su aliada, su amante y finalmente su esposa.
A través de ella, el triunviro romano llegará a otros Estados orientales con los que formará una especie alianza, asegurándose hombres y armas al servicio de Roma en caso de un enfrentamiento bélico. Uno de los aliados orientales de Marco Antonio será Herodes el Grande, el rey de Judea.
El creciente poder de Marco Antonio será visto por Octavio como una amenaza para sus aspiraciones políticas y se convertirá en uno de los factores decisivos, de una nueva Guerra Civil.
Cayo Julio César Octaviano, Octavio, hijo adoptivo de Julio César y por tanto heredero de su legado supo ganarse pronto el favor de las legiones y de los veteranos de César en Campania y Etruria, al tiempo que aumentaba su fama entre el pueblo.
Marco Antonio, sin embargo, tenía muchos enemigos en Roma y sus conquistas en Oriente fueron concebidas por el Senado como un medio para ennoblecerse personalmente y como el intento de crear un nuevo imperio con capital en Alejandría.
El Senado finalmente acusaría de traición a Marco Antonio y lo desplazaría del Triunvirato.
Esta decisión senatorial desencadenará el inicio de la IV Guerra Civil romana (32-30 a.C.) en la que se inscribe la Batalla de Actium, (31 a.C.).
Así, se proclama la Lex Titia, con la que el Segundo triunvirato se hace oficial y se proclama su vigencia por un período de cinco años. Los cesarianos saben que la ayuda está en camino…los optimates, los traidores y los asesinos del gran César intuyen que pronto..muy pronto, llegará su hora.
Los Triumviri Rei Publicae Constituendae Consulari Potestate (Triunviros para la Constitución de la República con Poder Consular), marcharon unidos para abrazar su destino…y sellar el de los asesinos del favorito de Venus.
Eliminada la parte importante de la oposición, los integrantes del segundo triunvirato se dedicaron a la organización de ciertos sectores.
Por un lado, Marco Antonio se dirigió a Oriente para su reorganización; Octavio en Roma repartió tierras entre los veteranos y neutralizó las incursiones marítimas de Sexto Pompeyo; mientras que Lépido, se fue apartando poco a poco de la escena política, viviendo el resto de su vida fuera de la misma, aunque conservando la dignidad de sumo pontífice.
Marco Antonio se reservó el mando de Oriente, territorio que quería reorganizar. Esta reorganización pasaba por una guerra contra los partos, para asegurar una zona tranquila y aliada para el dominio romano de la zona. Esta campaña fue un fracaso, aunque consiguió ocupar Armenia.
Marco Antonio quería seguir el modelo de poder oriental, es decir, crear grandes espacios administrativos y mercantiles bajo un mismo soberano, para así crear una amplia red de autonomías y vasallajes.
De este modo, crearía un gran imperio en Oriente, y él sería su monarca absoluto. Así, Roma y todo el Occidente serían para Octavio, mientras que Oriente sería para Marco Antonio.
Si Marco Antonio quería llevar a cabo estos planes, debía rodearse de buenos aliados. Eso hizo, pues contó con el respaldo de Cleopatra VII de Egipto, quien a su vez veía peligrar la independencia egipcia frente al empuje romano.
Cleopatra ya intentó anteriormente ganarse el favor romano, pues tuvo un hijo con César, Cesarión, pero el asesinato del primero trastocó los planes de Cleopatra, viendo una nueva oportunidad en la aparición de Marco Antonio.
Pero esta relación tuvo un efecto negativo en la pareja. Octavio desató una fuerte campaña contra Marco Antonio, pues por un lado, éste traicionó a Roma, ya que mermó los beneficios de las clases ecuestre y patricia, quienes obtenían importantes beneficios de Oriente. Por otro lado, desatendió sus deberes conyugales hacia Octavia, al mantener una relación con Cleopatra.
En este contexto de tensiones, Octavio consiguió del conjunto de Roma -senadores, ecuestres y ciudadanos romanos- plenos poderes al acabar el quinquenio concedido a los triunviros. Conseguido el pleno poder, su primera acción, declarar la guerra a Cleopatra. Ni que decir cabe, que Marco Antonio se decantó por aliarse con su reina de Egipto.
Así, Octavio emprendió la conquista de Egipto, donde Marco Antonio no estaba en condiciones de ofrecer resistencia, por lo que tanto Marco Antonio como Cleopatra se suicidaron, pasando Egipto a la soberanía romana, muertos estos, y asesinado Cesarión, Roma conoció una paz desconocida durante muchos años.
Los asesinos de César se habían engañado mucho cuando creyeron que todo el mundo les agradecería lo que habían hecho, y no tardaron en arrepentirse, porque el pueblo estuvo muy afligido cuando supo este acontecimiento, y preguntó por qué le habían matado.
Marco Antonio y Lépido eran los principales amigos de César y se enternecieron tanto con su muerte, que hicieron llevar su cuerpo a la plaza pública, donde le pusieron en una cama de marfil para que cada uno pudiese verle por la última vez. Muchos romanos lloraban al ver este espectáculo, pero cuando Antonio les mostró todavía ensangrentada la túnica que César (1) llevaba puesta cuando fue asesinado, se enfurecieron todos y gritaron que era preciso vengar a aquél grande hombre, que había sido padre para ellos, y hacer morir a sus asesinos.
Al decir esto cogieron tizones encendidos de la hoguera donde se quemaba el cuerpo de César, y corrieron a pegar fuego a las casas de Casio, de Bruto y de todos sus amigos; cuando éstos vieron aquel tumulto se fugaron de Roma, pero no se salvaron por eso.
César tenia un sobrino a quién amaba mucho que se llamaba Octavio, era un joven que tenía mucha destreza y habilidad; no se hallaba en Roma cuando fue asesinado su tío, pero cuando supo esta noticia, vino al momento, porque le dijeron que Casio se había hecho su heredero, y que todos sus amigos preguntaban por él.
Antonio y Lépido le recibieron al pronto con mucho placer, porque creyeron que harían de él lo que quisieran, porque era muy niño; pero veréis más adelante que este joven se hizo su señor. Los tres formaron una sociedad como la que César (2) había hecho en su tiempo con Pompeyo y con Casio para mandar al pueblo y al Senado, y llamaron a esto el Segundo Triunvirato.
Decían los tres que no querían mal a nadie más que a los asesinos de César (3) y que perseguirían a Casio y a Bruto en cualquiera parte donde fuesen; mas empezaron por hacer a los romanos tanto daño como los había hecho Sila, de cuya crueldad podéis acordaros; porque publicaron como él tablas de proscripción, que hicieron perecer un gran número de ciudadanos, la mayor parte porque eran ricos, o porque desagradaban a los triunviros.
Antonio, que era el más malo de los tres, aborrecía mucho tiempo hacía a Cicerón y se aprovechó de la proscripción para hacerle morir.
Cicerón no era muy valiente, y cuando supo esto, quiso desde luego embarcarse en un navío que iba a marchar a un país muy lejano; pero los que no están acostumbrados a viajar por mar enferman por lo regular, y Cicerón creyó que no podría acostumbrarse al mar; quiso más volver a su casa de campo, pero no llegó porque estaba todavía en su litera, que era una especie de silla de manos que llevan los hombres sobre sus hombros, cuando los soldados de Antonio llegaron y la cortaron la cabeza.
La mujer de este triunviro, que se llamaba Fulvia, y que a lo menos era tan mala como él, en lugar de tener lástima le atravesó la lengua con una aguja de oro, porque era con la que Cicerón había dicho cosas tan hermosas; aquella mujer tan cruel no gozó mucho tiempo de su mala acción, porque murió de dolor de que su marido no quería ya verla, y éste se casó con Octavia (4), que era hermana de Octavio y una buena y virtuosa princesa.
Sin embargo todos aquellos a quienes los triunviros querían hacer morir, que llamaban proscriptos, no fueron tan apocados como Cicerón, y muchos de ellos hicieron muy buenas acciones, entre otros un hombre llamado Oppio, quien para salvar a su anciano padre, que no podía ya andar, le llevó sobre sus hombros hasta que halló un navío que los condujo a los dos. Todos admiraron el valor y virtud de Appio y cuando volvió a Roma le abrazaban con ternura, porque había sido un buen hijo.
Mientras que así perecían en Roma tantos infelices, Bruto y Casio habían reunido un grande ejército y se preparaban a defenderse contra Octavio y Antonio, que iban a buscarlos con muchos soldados para hacerlos morir.
Una noche que Bruto estaba acostado en una camita en su tienda, vio de repente delante de él a un hombre de una talla y figura extraordinaria. Bruto no era miedoso y sabía que un hombre no debe temer la oscuridad, mas preguntó a aquel hombre lo que quería; éste le respondió: “soy tu mal genio y me volverás a ver en Filipos” y desapareció al momento. Bruto se admiro mucho de aquella aparición, llamó a sus guardias pero nadie había visto nada, y pensó que era un mal presagio para su empresa.
Es preciso que sepáis que Filipos era una ciudad de Grecia donde Casio y Bruto encontraron poco tiempo después al ejército de Antonio y de Octavio. Durante la noche, volvió Bruto otra vez a ver aquel mismo personaje, que desapareció como la primera vez, pero sin decir nada , y ya no dudó de que iba a sucederle una gran desgracia.
En efecto, hubo allí una batalla donde los dos triunviros fueron los más fuertes. Casio murió en la acción, y Bruto quiso mejor atravesarse él mismo con su espada, que ser cogido vivo por sus enemigos.
El segundo triunvirato es el nombre que los historiadores dan a la oficial alianza política de Cayo Julio César Octavio (más tarde conocido como Augusto), Marco Emilio Lépido y Marco Antonio, que formaron el 26 de noviembre de 43 a. C., con la promulgación de la Lex Titia, texto legal que formalizó el Estado de Octavio, Marco Antonio, Y Marco Emilio Lépido.
Esta comisión de tres hombres para restaurar la Constitución de la República (triumviri rei publicae constituendae), De hecho, se les dio el poder para hacer o anular la ley sin la aprobación de cualquiera de los Senadores , Y sus decisiones judiciales no fueran susceptibles de apelación, y pudieran nombrar a los magistrados a voluntad.
Aunque el mecanismo constitucional de la República no fue irrevocablemente desmantelada por la Lex Titia, En el caso nunca se recuperó.En el transcurso del Triunvirato Lépido fue marginado, y Marco Antonio eliminado en la guerra civil, dejando a Octavio en el único líder de Roma.
A diferencia del anterior Triunvirato ( Primer Triunvirato), el segundo triunvirato fue una institución oficial, legalmente establecida, cuyo poder abrumador y juridico se impuso en el estado romano y cuyo poder imperaba más que todos los otros magistrados, incluyendo a los cónsules.
Durante un tiempo, Roma vivio en paz. Octavio acallo las revueltas en el oeste, mientras que Marco Antonio reorganizó el este, sin embargo, la paz duró poco. Marco Antonio tenía un romance con la reina de Egipto, Cleopatra VII.
De Roma, Octavio, tomó nota de las acciones de Marco Antonio. En el año 40 aC, Marco Antonio se había casado con Octavia la Menor, La hermana de Octavio. Octavio aprovechó la oportunidad e hizo que su ministro de Cayo Mecenas produzca una campaña de propaganda contra Marco Antonio ( de traicion a Roma) .
Octavio aumento los ataques personales contra Marco Antonio. Lamentablemente, el Senado y el pueblo de Roma no estaban convencidos de tales acusaciones .
La oportunidad para Octavio llego cuando Marco Antonio se casó con Cleopatra VII en el año 32 aC, pero antes se divorció de Octavia ( hermana de Octavio).
Mediante propaganda combinada con la información de que Marco Antonio tenía la intención de establecer un segundo Senado en Alejandría y cuando reveló que Marco Antonio pensaba donar provincias romanas a la reina de Egipto y a sus hijos. creó el ambiente perfecto para despojar a Marco Antonio de su poder.
En el año 31 a. C. el Senado romano, controlado por Octavio (Octaviano), declara a Marco Antonio inútil para el triunvirato y declara la guerra a Egipto(gobernado por CleopatraVII)
Cuando Cleopatra recibió la noticia de que Roma le había declarado la guerra, Marco Antonio entregó su apoyo a Egipto inmediatamente, el Senado Romano despojo de poder a todos los oficiales y partidarios del proscrito y traidor Marco Antonio.
Octavio convocó a todas sus legiones romanas , numerados en casi 200.000. Cleopatra y Marco Antonio hicieron lo mismo, montaron aproximadamente el mismo número de soldados y una infantería pesada egipcia.
Las fuerzas de Octavio derrotaron decisivamente a los de Marco Antonio y Cleopatra en la Batalla de Accio en Grecia en septiembre del año 31 a. C., persiguiendo a los Egipcios en el año 30 aC. Tanto Marco Antonio y Cleopatra cometen suicidiso en Alejandría, y Octavio personalmente tomó el control de Alejandia, Egipto (En Egipto cronologías consideran a Octavio como sucesor de Cleopatra como Faraón).
Una conspiración organizada por Hijo de Lepido fue aplastado por el aliado de Octavio Cayo Mecenas. Con la derrota completa de Marco Antonio y la marginación de Lépido, Octavio, después de haber denominado a sí mismo «Augusto», quedó único dueño del mundo romano, y procedió a establecer la Principado como el primer ciudadano romano «Emperador».
Carlos LLanas Vizcaino