El Gobierno bajará el IVA de la luz desde el 21% hasta el 10% para aplacar la subida de la electricidad
Para los clientes que tengan una potencia contratada de hasta 10 kV, es decir, que beneficiará a los consumidores domésticos pero no a las empresas.
Esta bajada de impuestos estará vigente hasta, al menos, el 31 de diciembre de 2023, según han revelado fuentes del Gobierno a diversos medios nacionales y se mantendrá siempre que el mercado mayorista de la electricidad se encuentre por encima de los 45 euros/MWh.
Esta medida supondrá una rebaja de la luz del orden del 9% a la que se sumará posteriormente la supresión temporal del impuesto a la generación eléctrica del 7%.
Con ambas reducciones fiscales, el precios del recibo se rebajará del orden del 12% para los consumidores domésticos y pequeñas y medianas empresas.
La noticia ha llegado de la mano de Unidas Podemos, que asegura que el próximo jueves el Consejo de Ministros aprobará la bajada del IVA de la electricidad del tipo general (21%) al reducido (10%) con el objetivo de aliviar la factura de la luz para los consumidores.
Fuentes del partido morado han indicado a EFE que esta propuesta de Unidas Podemos se abordará en el Consejo de Ministros extraordinario previsto para el jueves.
En ese mismo Consejo de Ministros, el Ejecutivo aprovechará también para aprobar el fin del uso obligatorio de mascarilla al aire libre a partir del próximo sábado, 26 de junio, para lanzar otra medida altamente demandada por la sociedad.
Fuentes de Unidas Podemos indican, sin embargo, que para que la medida sea efectiva es necesario que el IVA de la luz se mantenga de manera permanente en el 10% para los consumidores domésticos cuya potencia contratada no supere 6 kilovatios y para las pymes cuya potencia no supere 15 kilovatios.
Asimismo, afirman que la bajada del tipo de la electricidad no debería estar ligada a la evolución del precio del mercado para evitar introducir mayor complejidad en el sistema.
Aunque la medida ha sido una sorpresa por el ser el IVA, finalmente, el impuesto elegido, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ya señaló la semana pasada que el Ejecutivo estudiaba una revisión de la fiscalidad de la electricidad, con una rebaja «posible» del 21% al 10% del IVA al precio de la luz ante los signos de meses complicados que viene arrojando el mercado.
Con ello aludía a esta medida que Unidas Podemos planteaba al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para poder rebajar la factura de la luz de forma rápida. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, también defendió en redes sociales la necesidad de aplicar esa reducción del IVA para que el coste de los hogares baje «inmediatamente».
Se especulaba con otros impuestos
La decisión ha sorprendido por el impuesto elegido por el Gobierno. El Ejecutivo valoraba la posibilidad de suspender algunos impuestos presentes en la tarifa de la luz para moderar su coste final para el consumidor, pero el favorito en las ‘quinielas’ era el impuesto de generación eléctrica.
El Gobierno ya tomó una medida similar en 2018, cuando ante una escalada de precios suspendió durante seis meses el impuesto a la generación eléctrica del 7% y desactivó el «céntimo verde» para los combustibles destinados a producción eléctrica.
Ahora mismo, el precio de la electricidad ha llegado a cotas históricas. El pasado miércoles alcanzó los 94,63 euros por megavatio/hora (MWh) en el mercado mayorista, el tercer precio más elevado de la historia, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE). Si se analizan los registros históricos, esta cifra solo ha sido superada por los 94,99 euros MWh que alcanzó el 8 de enero, durante el temporal Filomena y el máximo histórico diario, registrado el 11 de enero de 2002, que fue de 103,76 euros.
Todo lo anterior tendrá repercusión en la factura final de la luz. Según el análisis realizado por FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC), «si se extrapolan a un mes completo los precios aplicados del 1 al 15 de junio, el recibo del usuario medio sufriría una subida interanual de 27,53 euros y se situaría en 88,11 euros (impuestos incluidos). Sería la segunda factura más cara de toda la historia, teniendo por delante sólo los 88,66 euros del primer trimestre de 2012».