¿Y Marlaska?
Siento que me falta algo. ¿A vosotros no os falta algo? No puedo evitar pensar que Fernando Grande-Marlaska ha conseguido escabullirse de la caza de brujas – sin duda es el mejor jugando al pilla-pilla. Todos los nombres apartados por Sánchez, o son conocidos por encabezar ministerios fantasma, o por actuar de forma despótica y antidemocrática – ahí es nada.
Pero si hay un ministro que merece mucho más que los demás ser despedido, ese es Marlaska. Un ministro que, de la noche a la mañana, acabó con la carrera profesional de un coronel de la Guardia Civil de forma arbitraria y abusando de su poder y que cada viernes acerca a presos de ETA al País Vasco, poniendo así fin a la política de dispersión de presos y sin exigir su colaboración para esclarecer los crímenes de la banda aún sin resolver, alrededor de 350.
Lo único que prueba esta ´remodelación´ es que quien sobra es el Presidente. Todo el mundo sabe que el único objetivo de Sánchez es su propia supervivencia. Y para eso, necesita carne fresca, más específicamente, ocho chuletones al punto.
Pena me dan los que acaban de desembarcar en el Ejecutivo. Les deseo toda la suerte del mundo. A ellos también Sánchez les va a empujar a actuar al borde de la legalidad en nombre de la España 2050.
Beatriz Martínez Molina